Entre el 15 y el 17 de marzo, Rusia vivió un nuevo proceso electoral para definir jefe de gobierno para los próximos seis años. Un evento que concluyó sin sorpresa: Vladimir Putin logró un triunfo aplastante, al menos en los números oficiales, y, de esta forma, un quinto periodo al mando del Kremlin. Con los resultados en mano, el presidente se dirigió a la población con un discurso triunfalista en el que habló de grandeza y unidad nacional, mostrando nociones algo confusas y carentes de un contexto más profundo, pasando por alto cualquier punto de vista disidente en torno a la guerra con Ucrania. En este artículo ponemos #EnContexto ese discurso.
Por Iván Kociankowski y Daniel Carranza
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Participación ciudadana
Después de 3 días de comicios en Rusia, la participación ciudadana alcanzó un nuevo récord con 87,1 millones de votantes, de un total de 112,3 millones de electores registrados. Simultáneamente, simpatizantes en contra de la reelección del presidente Putin, animados por el movimiento “Noon Against Putin”, se congregaron para mostrar su descontento con la corriente política del país.
Las formas de protesta fueron variadas. Algunos sabotearon boletas, optaron por votar por contrincantes de Putin o escribieron el nombre del difunto Alexei Navalny. Además, se registraron actos de desobediencia civil menos pacíficos. Ella Pamfilova, jefa de la comisión electoral, mencionó que durante el proceso electoral, se registraron ocho intentos de incendio intencional, mientras que 214 urnas sufrieron daños irreparables. La organización rusa «Voice» generó un Mapa de Violaciones Electorales a través de los reportes generados por los ciudadanos rusos, en donde se pueden visualizar las violaciones realizadas a los derechos de los votantes.
Boleta inválida del 2024, recuperada en Twitter.
Según el grupo independiente de derechos humanos OVD-Info, más de 60 rusos fueron detenidos a lo largo de Rusia el domingo en que se desarrollaron las elecciones.
Comisiones electorales
Según Golos, organización rusa dedicada a la observación pública de las elecciones y defensora de los derechos de los votantes, las elecciones se llevaron a cabo bajo una legislación significativamente diferente a la que guio las elecciones de 2018. La entidad denuncia que las modificaciones múltiples limitaron los derechos electorales, restringieron la supervisión pública y ampliaron las oportunidades de manipulación.
Inicialmente, se destaca la notable reducción en la supervisión ciudadana de las elecciones desde 2018, con la eliminación del estatus de miembros de comisiones electorales con voto consultivo y restricciones a los medios de comunicación para cubrir los comicios. Esto resultó en una menor presencia de observadores independientes y la ausencia de observadores internacionales, afectando la transparencia y legitimidad del proceso electoral.
En segundo lugar, denuncian falta de observadores independientes y la existencia de obstáculos legislativos que habrían impedido la vigilancia real de las elecciones. Medios tradicionales y Golos recibieron informes de irregularidades hasta en 45 regiones, incluyendo casos tradicionales de fraude electoral. Además, el reporte afirma que existe evidencia de falsificación después de analizar las estadísticas electorales y anomalías en la asistencia a los centros de votación durante el primer día.
El tercer día de votaciones se detectaron múltiples irregularidades en los derechos de los votantes. Denuncian daños y quema de papeletas, y comisiones electorales que en algunas regiones retiraron cortinas de las cabinas de votación. Aseguran que en Odintsovo, policías revisaron papeletas de votantes antes de depositarlas y en Pushkino, un votante colocó una papeleta con inscripciones en una urna, lo cual habría sido fotorafiado por un agente.
Finalmente, la implementación del sistema de votación electrónica, conocido por sus siglas en inglés como «REV» (Remote Electronic Voting), experimentó problemas técnicos, incluida una desactivación parcial el 15 de marzo. Además, se informaron irregularidades en la distribución de papeletas, dificultades para acceder a listas de votantes electrónicas y casos de suplantación de identidad.
Distinciones entre los candidatos
“Each candidate had a different approach to addressing specific issues. We will consider all constructive proposals and ideas that resonated with voters in our collective efforts to develop the country.”
“Cada candidato tenía un enfoque diferente para abordar temas específicos. Consideraremos todas las propuestas e ideas constructivas que resonaron entre los votantes en nuestros esfuerzos colectivos para desarrollar el país”.
Aunque frase de Putin habla de diversidad de puntos de vista entre los candidatos presidenciales, en la práctica esto no se dio. En las semanas previas a la elección hubo denuncias de irregularidades en la lista final de aspirantes al Kremlin. Todos tenían algún grado de cercanía con Putin. Los verdaderos opositores quedaron fuera, como es el caso de Yekaterina Duntsova. El ángulo antibelicista no tuvo cabida en el electorado, pues todo opositor con un enfoque contrario al de la guerra en Ucrania fue descartado. No solo ella, también Boris Nadezhdin, llamado el principal opositor a Putin, fue rechazado para poder formar parte de los candidatos en marzo. Se alegó encontrar irregularidades en el 15% de las firmas para su candidatura, en donde el mismo Boris aseguró que recolectó más de 200.000 y ese 15% no afectaba el mínimo necesario que es 100.000. Duntsova terminó uniéndose a las filas de Nadezhdin, luego de haber sido rechazada por encontrarse 100 errores en sus documentos de nominación. Esto determinado por la Comisión Electoral Central.
Los candidatos que terminaron haciéndole frente a Putin, además de ser diputados dentro del Duma del Estado, han tenido sanciones internacionales por apoyar abiertamente la guerra en Ucrania, iniciada por el ahora reelegido Vladimir Putin, a la vez de no significar un frente de oposición fuerte.
Unión de la población rusa
“The elections have revealed that Russia today is one big, closely-knit family”.
«Las elecciones han revelado que Rusia es hoy una gran familia muy unida».
El rechazo a aspirantes opositores por parte de la Comisión Electoral Central ha sido foco de atención y desagrado de la población rusa, donde un gran sector decidió llevar a cabo protestas a lo largo de las elecciones. Este tipo de eventos se manifestaron de diferentes maneras, desde el fuego en las urnas a verter pintura en las mismas. Por esta razón, se abrieron 15 casos penales luego de las elecciones. Pamfilova incluso habló sobre buscar conexiones ucranianas entre los opositores protestantes. Situación que igualmente ha sugerido el ex presidente Medvedev. El desacuerdo con el gobierno ruso, a pesar de ser reprimido en distintas ocasiones, se ha continuado levantando, dejando ver una ola de polarización entre la sociedad en Rusia.