Aunque tiene a su haber una larga trayectoria política en el norte de Chile, como seremi primero y diputado después, a nivel nacional su campaña no prende. Como si el verde característico de su partido,que ha lucido con orgullo usando anteojos, corbatas y bufandas de ese tinte, fuera expresión de una campaña a la que le falta madurar. Una campaña verde, cuyos frutos podrían no llegar en esta, sino en una próxima temporada.
En Vallenar donde el calor predomina, nació Jaime Mulet, así entre cerros hizo sus primeros años en política, convencido de que el centralismo es el gran problema en Chile.
Estudió leyes en la Pontificia Universidad Católica, donde conoció de cerca a la élite política del país, a pesar de eso, de haber tenido la opción de hacer carrera en Santiago, Jaime Mulet mantuvo sus raíces en el norte. Salió de la universidad con el título de abogado y además con la convicción de que Chile debía pensar en las regiones, que cada una tuviera voz y personalidad propia. Desde entonces la descentralización es su marca.
Su historia política comenzó en la Democracia Cristiana, como diputado por la región de Atacama durante tres periodos consecutivos. Al principio tan solo parecía un joven disciplinado y estudioso que exponía su voz en debates y comisiones, pero su historia dio un vuelco cuando renunció a la Falange. Un quiebre que marcaría su destino.
Desde ese entonces Mulet ha estado en constante movimiento. Formó el PRI, luego se alejó de este, intentó con Fuerza del Norte y una variedad de colectividades menores y finalmente, en 2015 empujó la creación de la Federación Regionalista Verde Social. Este característico color verde no viene de algo ligado a la ecología como muchos pueden pensar, sino a una promesa de renovación. Aunque, pronto este color se le atribuiría más al verde de una fruta que aún no ha madurado.
En 2021 su historia sumó una herida que dejaría cicatriz: fue formalizado en el marco del caso Minera Candelaria, por presunto cohecho pasivo. En 2023, el Juzgado de Garantía de Copiapó dictó el sobreseimiento definitivo para el parlamentario: «Se ha acreditado su inocencia absoluta en las acusaciones falsas que se le hicieron sobre la base de antecedentes y pruebas amañadas», dijeron entonces sus abogados Ciro Colombara y Aldo Díaz.
Jaime Mulet, el candidato de lentes verdes, lleva más de 25 años en política y su discurso se mantiene en una línea. En ese cuarto de siglo, ha logrado articular alianzas menores. Aunque sus ideales son claros, como darle más poder a las regiones, en el Congreso pocas ideas han cuajado como él quisiera. Su estilo sigue siendo el “puerta a puerta” y apelar a la cercanía. ¿Será suficiente para enfrentar las nuevas formas de campaña? Mulet persiste. Recorre ferias, firma declaraciones, da entrevistas.
A sus 61 años, es un rostro y un nombre conocido en el norte, ¿alcanzará eso para convertirse en un presidenciables con opciones a nivel nacional? Las primarias del 29 de junio pondrán a prueba la capacidad que tenga para dar frutos, esta candidatura verde.
